La semana pasada nos decidimos a hacer pizza, nuestra propia pizza, a nuestro gusto y con un montón de ingredientes que eligió Alberto.
No quedo mal del todo, a mis comensales les gusto y por eso mismo hoy viernes que es el día de la pizza en casa nos vamos a hacer otra.
Os dejo nuestra recetita, es muy simple de hacer, no se tarda nada y a los peques de la casa les encanta seguro.
INGREDIENTES:
Puede ser para una pizza grande o dos medianas, al gusto de cada uno.
200 gr. agua.
300 gr. harina (mejor si es harina de fuerza).
½ cucharadita de sal.
1 sobre de levadura fresca.
15 gr. aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Para hacer la masa, lo primero que hacemos es mezclamos la harina con la sal y la levadura en un cuenco grandecito. Hacemos como una especie de volcán en el centro y vamos añadiendo el agua templada y el aceite de oliva.
Removemos bien con un tenedor, cuchara o con las manos como yo hice, hasta que quede una masa lisa que se desprenda de las paredes del cuenco. Luego la pasamos a la mesa previamente enharinada y la amasamos unos cinco minutos más o menos.
Mientras vamos amasando, tenemos que ir espolvoreando harina en nuestras manos y la mesa para que no se pegue, pero con cuidado de no echar mucha cantidad para que no se nos quede dura la masa.
Una vez que hemos terminado de amasar, la cubrimos con un film transparente ( yo la cubrí con un trapo de cocina) y la dejamos reposar en un sitio cálido ( en el micro por ejemplo) una media hora o poco más hasta que doble su volumen.
Una vez fermentada, la pasamos a la mesa enharinada y la aplastamos con los puños suavemente para eliminar el exceso de gas formado en el interior.
Estiramos la mesa con un rodillo ( en mi caso con una botella, qué vergüenza aun no me compre un triste rodillo ) y estiramos hasta que quede fina, a nuestro gusto. Cubrimos con los ingredientes y horneamos a 220º unos 20 minutos.
A la primera pizza le pusimos unos cuantos ingredientes, estaba buena, pero no como para tirar cohetes. Y a la de esta noche solo le he puesto una base de tomate, jamón serrano, un huevo ( sin hacer) y un poco de orégano, NADA MÁS, y no veas qué bueeeeeena.
Os dejo unos consejillos para cuando hagáis las vuestras que seguro os salen deliciosas:
Para que quede crujiente primero la horneamos durante 5 minutos sin relleno, luego añadimos los ingredientes y la volvemos a poner en el horno otros 10 minutos.
No añadir ingredientes líquidos, es mejor escurrirlo bien para evitar que el exceso de agua moje la masa y se nos quede cruda en el horneado.
Si quereis que la masa os salga finita y crujiente dejarla reposar en la bandeja del horno durante diez minutos, cubre con los ingredientes, riega con un hilo de aceite de oliva virgen y hornea a horno muy fuerte, 250º-290º unos 10 minutos, o hasta que quede crujiente y dorada.
Si os gusta que la masa que de mas gruesa y esponjosa, dejemos fermentar de nuevo el disco de masa durante 35-40 minutos, hasta que suba lo suficiente. Cubrimos con los ingredientes y horneamos a 220º unos 20 minutos.
Que paséis un buen fin de semana!!!
No quedo mal del todo, a mis comensales les gusto y por eso mismo hoy viernes que es el día de la pizza en casa nos vamos a hacer otra.
Os dejo nuestra recetita, es muy simple de hacer, no se tarda nada y a los peques de la casa les encanta seguro.
INGREDIENTES:
Puede ser para una pizza grande o dos medianas, al gusto de cada uno.
200 gr. agua.
300 gr. harina (mejor si es harina de fuerza).
½ cucharadita de sal.
1 sobre de levadura fresca.
15 gr. aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Para hacer la masa, lo primero que hacemos es mezclamos la harina con la sal y la levadura en un cuenco grandecito. Hacemos como una especie de volcán en el centro y vamos añadiendo el agua templada y el aceite de oliva.
Removemos bien con un tenedor, cuchara o con las manos como yo hice, hasta que quede una masa lisa que se desprenda de las paredes del cuenco. Luego la pasamos a la mesa previamente enharinada y la amasamos unos cinco minutos más o menos.
Mientras vamos amasando, tenemos que ir espolvoreando harina en nuestras manos y la mesa para que no se pegue, pero con cuidado de no echar mucha cantidad para que no se nos quede dura la masa.
Una vez que hemos terminado de amasar, la cubrimos con un film transparente ( yo la cubrí con un trapo de cocina) y la dejamos reposar en un sitio cálido ( en el micro por ejemplo) una media hora o poco más hasta que doble su volumen.
Una vez fermentada, la pasamos a la mesa enharinada y la aplastamos con los puños suavemente para eliminar el exceso de gas formado en el interior.
Estiramos la mesa con un rodillo ( en mi caso con una botella, qué vergüenza aun no me compre un triste rodillo ) y estiramos hasta que quede fina, a nuestro gusto. Cubrimos con los ingredientes y horneamos a 220º unos 20 minutos.
A la primera pizza le pusimos unos cuantos ingredientes, estaba buena, pero no como para tirar cohetes. Y a la de esta noche solo le he puesto una base de tomate, jamón serrano, un huevo ( sin hacer) y un poco de orégano, NADA MÁS, y no veas qué bueeeeeena.
Os dejo unos consejillos para cuando hagáis las vuestras que seguro os salen deliciosas:
Para que quede crujiente primero la horneamos durante 5 minutos sin relleno, luego añadimos los ingredientes y la volvemos a poner en el horno otros 10 minutos.
No añadir ingredientes líquidos, es mejor escurrirlo bien para evitar que el exceso de agua moje la masa y se nos quede cruda en el horneado.
Si quereis que la masa os salga finita y crujiente dejarla reposar en la bandeja del horno durante diez minutos, cubre con los ingredientes, riega con un hilo de aceite de oliva virgen y hornea a horno muy fuerte, 250º-290º unos 10 minutos, o hasta que quede crujiente y dorada.
Si os gusta que la masa que de mas gruesa y esponjosa, dejemos fermentar de nuevo el disco de masa durante 35-40 minutos, hasta que suba lo suficiente. Cubrimos con los ingredientes y horneamos a 220º unos 20 minutos.
Que paséis un buen fin de semana!!!
Qué rica es siempre la pizza y con la masa casera es una delicia. Me quedo viendo más cosas. Un abrazo, Clara
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